La cirugía es el tratamiento de las enfermedades “por obra de las manos o mediante actividad manual”. Esto incluye diferentes disciplinas más allá de lo que todos conocemos o identificamos como tal, como por ejemplo la podiatría y otras técnicas invasivas que actualmente se usan en fisioterapia.

Hay diversas causas que requieren de una intervención quirúrgica, desde una cornada o un traumatismo por atropello hasta una operación cesárea o un desplazamiento de abomaso, pasando por un arreglo correctivo de los aplomos de un caballo, por ejemplo.

Una técnica aséptica y escrupulosamente limpia es fundamental para el éxito de cualquier intervención quirúrgica. Pero además, hacerlo con cierta rapidez, que no precipitación, es vital sobre todo en la atención de grades animales, que mayoritariamente se atienden a domicilio y las cirugías se realizan a campo; así se reducirá el riesgo de infecciones postoperatorias por patógenos ambientales.

Además de la limpieza y una razonable rapidez de intervención, es necesaria una muy buena organización de nuestro quirófano, como medio para conseguir ambos objetivos, y una buena iluminación que facilite nuestro trabajo.